Isabel
Sabía que iba a acabar aquí. Hace mucho tiempo que estaba segura que terminaría por hacer mi propio blog. Demasiadas cosas por decir, demasiadas experiencias y aprendizajes... y cuando eso se comparte con quien deseas es perfecto, pero cuando se acaba, el vacío existencial se hace grande y sólo deseas seguir aprendiendo y seguir enseñando.
¿Cuántos principios hubo en mi vida? Casi tantos como finales, exceptuando mi nacimiento. Es ley de vida, todo empieza y todo acaba, y cada vez que algo verdaderamente excepcional y único ha terminado he sentido la necesidad de seguir compartiendo, de seguir exteriorizando sentimientos, conocimientos, vida, en definitiva.
De nuevo empiezo andadura, cargando equipajes y vaciando los bolsillos de peso extra e inútil. Un camino se abre una vez más ante de mis pies, solitario y lleno de esperanzas. Aún mis ojos arrastran lágrimas, por qué no, y esas mismas lágrimas limpian la visión del sendero que me espera. Así que cargo de nuevo, miro adelante y pienso... Comienza el viaje, pero hoy sé más que ayer y eso siempre alienta al caminante.
1 Response
  1. Pakous Says:

    Ahora, por fin empiezo a conocerte,
    un abrazo, amiga