Isabel
... y la brisa me acariciaba la cara. Por primera vez en mucho tiempo, una extraña paz inundaba mi alma; ya no había dolor, la sonrisa asomaba a mis labios al mirar el cielo. Me sentía contenta, tranquila, viva, y no pensaba en nada, sólo en esas nubes que se recortaban en la oscuridad y en las que no me había fijado desde hacía más de un mes. Paseaba rodeada de esa calma nocturna que te lleva a no sentir ni el tiempo. Escuchaba el silencio sin el temor de los últimos días, sin la angustia que me había atenazado el corazón, y disfrutaba del momento sin prisas.
Era casi lo que en aquel momento más me llamaba la atención... el sentido de estar despojada de minutos y segundos, de ni siquiera importarme si existían. Y así seguí sumida en mi mundo, esperando que la noche diese paso al primero de mis días de esperanza y de ilusión.
Abrí los ojos y me quedé paralizada... aún no era del todo de día, aún el sol no brillaba en el cielo, pero sentí el paso del tiempo como una losa, mi respiración agitada y el dolor en la espalda. Era de noche y no era más que un sueño. Pero un sueño que me devolvió por unos momentos la idea de que es posible que vuelvan tiempos en que mi alma vuelva a conocer la paz y la sencillez de lo intemporal.
Hoy es sólo producto de mi cansancio, mañana puede ser una hermosa realidad.
3 Responses
  1. Ana Says:

    "Aquel que no sueña, no vive" dice un buen amigo al cual respondí: "no sólo de sueños vive el hombre, sino del placer de vivirlos".

    Casualmente en dos horas leo a dos soñadores cuyo deseo es renacer y sentir de nuevo el placer de vivir.

    Me encanta leerte Isabel, en pocos días noto un gran salto en tu actitud ante la vida, transmites fuerza y esperanza, es todo lo que necesitas para seguir caminando.
    La ilusión nunca la perdiste, aunque lo pareciera.

    Un fuerte abrazo y gracias por
    compartir tus sensaciones, es un placer leerte.

    Cuídate, te visitaré con frecuencia.

    Ana


  2. celtaj Says:

    ¿Acaso dudas de que esos tiempos volverán?
    Nuestros buitres se empeñan en convencernos de que no... de que todo será negro y será noche para siempre.
    Lo sé muy bien.
    Pero tú y yo... y más, tenemos la razón suficiente para saber, aunque nos cueste sentirlo, que no es cierto. Que los buitres carroñeros disfrutan angustiándonos.
    Pero la vida no es suya... es nuestra. Y la vida seguirá, y nosotros seguiremos... y los buitres no, no seguirán. Se irán aburridos de no poder vencernos.
    Ya lo verás...
    Porque esto sí es cierto, porque esta es la verdad.
    Un abrazo.


  3. Bett Says:

    Isabel...confía que las cosas andaran mejor!
    volveras a sonreir, a sentir!
    Procura...abrir bien los ojos cuando eso suceda!...para poder disfrutarlo con todos los sentidos!
    sonrie!guapa!
    =)

    Pd:Gracias por tus animos!...debo decirte que todos uds! hacen que sonria nuevamente!

    Un fuerte abrazo!