Tus anteojos, tus CD's, tu taza de Lennon, tu libreta de apuntes, mi libreta extranjera, la biografía de Beatles, tus cartas, tus manuscritos, los DVD's, las conversaciones nocturnas desafiando el tiempo, los mensajes en el contestador, tu voz martilleando en mis oídos, las fotografías, tu sonrisa, tus manos... tus hermosas manos.
Mis recuerdos, mis momentos débiles, los fuertes. La distancia, el olvido, la impotencia, mi frustración... minutos, segundos, horas, años, grabados a fuego muy dentro.
La casa, llena de ti; los días, vacíos de ti.
Sin renunciar a los recuerdos que nos enriquecen, deberás llenar esos días que alguien o algo vació sin piedad.
Aunque parezca imposible, será posible... y serás feliz de nuevo.
Un abrazo.
Hay vacíos imposibles de llenar... pero no pierdo la esperanza de ser feliz aún disminuída en mi capacidad de amar. El sol sigue brillando y sería de poco agradecida no sonreir a su paso. Gracias por tus visitas y tus palabras.