Isabel
MÚSICA.
Baile de notas sobre fondo estrellado.
Ritmos melancólicos en tonalidad menor.
Evocación. Recuerdo. Sentidos que se despiertan al son de instrumentos que hablan en el idioma complejo de las claves sonoras.
Un sitar desgrana ondas que conmueven lo más profundo del alma... más tarde, la voz solitaria de la joven india golpea en mi mente y me transporta de nuevo al templo. Ojos cerrados, pies descalzos, olor a inciensos, mantras susurrados a través del paso de los tiempos.

Música.
Vehículo que surca los espacios.
Gotas de lluvia y cantos de pájaros, selva húmeda, cálida, atrapada en los ritmos monótonos de la percusión de nuestros ancestros. Agua regalada por los dioses ante la belleza salvaje de sus sonidos.

Ruidos repentinos con cadencia propia.
Cristales rotos, el despertador que suena, un cuchillo que cae, gemidos nocturnos del amor... haciendo música.
Miedo, deseo, origen, retorno. Sudor, lágrimas, lluvia, silencio. Sensaciones escritas en fusas y corcheas, en una danza vertiginosa dentro del pentagrama de la vida.

La vida no es más que silencio y música.



Isabel
Para mi amiga Isabel, con cariño.

Dices que tienes que aprender a mirar. Y sin embargo lo que yo he visto es alguien que disfruta de las pequeñas cosas que ve, cosas que ni siquiera yo estando contigo soy capaz de distinguir.

Dices que no sabes... y lo que yo he percibido en los momentos que hemos compartido es que miras con ojos de niña, atentos, artistas, llenos de ilusiones y creatividad.
Te he encontrado como alguien capaz de seguir sorprendiéndose de todo lo que la vida le ofrece, que resuelve sus dificultades con una sonrisa, con esa alegría contagiosa que viene de una vida limpia donde no le debes nada a nadie.

Nos hemos reído como niñas, girando en la noria de unos días de descanso que necesitábamos, que aceptaste como parte del juego del descubrimiento. Te dejaste llevar, recorriendo una ciudad desconocida que poco a poco tomaba otra dimensión a tus ojos. Justo por eso, porque sabes mirar más allá, porque sabes ver lo que pocos ven, porque sabes sentir desde dentro y admirar tu entorno.

He aprendido mucho de ti en este tiempo, corto pero intenso. He aprendido a volver a los juegos de ayer, a tener el corazón limpio y en calma mirando las mismas flores que siempre crecen en mis jardines y de las que casi ni me había percatado hasta que tú te paraste, una y otra vez, para fotografiar esa belleza.

Sabes mirar, sabes ver, sabes ser amiga de verdad, sabes, en una palabra, VIVIR.
Y que nadie te haga sentir nunca lo contrario.

Isabel
Mientras el cielo llueve y los niños ríen,
los días se alargan y el cuerpo se cansa...
Mientras la vida sigue y las heridas sanan,
la comida hierve y el reloj se adelanta...
Mientras la noche aún es fría y la cama ancha,
el alma en pedazos y el corazón en calma...
Mientras la gente se mueve y nacen amores,
se olvidan pasados y la radio canta...
Mientras llega el verano y las golondrinas vuelven,
el sol me ilumina y el mar me reclama...

Mientras todo eso ocurre, el tiempo pasa.