"Confía en el tiempo, que suele dar dulces salidas a muchas amargas dificultades".
Cervantes nos dejó esta perla de sabiduría hace ya mucho tiempo, pero este tipo de sentencias no pasan nunca de moda, es más, hoy en día las necesitamos más que nunca. Parece que en los tiempos que corren tengamos más dificultades; estamos tan consentidos por la vida que cualquier obstáculo se nos hace un mundo y estas palabras de consuelo o de esperanza nos ayudan a superar todos los presuntos imposibles.
El tiempo todo lo puede... puede hacer desaparecer lo bueno, puede desgastar lo más hermoso, pero sobre todo, tiene la virtud de hacer que lo negativo se relativice, que el ánimo se dulcifique, y que poco a poco sepamos volver a sonreir y a aprender de las experiencias que nos regala la vida.
Me gusta lo de las "dulces salidas"... y es que así es el paso del tiempo, al final. Dulce, suave, esperanzador y dueño de nuevas ilusiones.
La esperanza es la puerta a futuras ilusiones y experiencias. Es el tiempo por venir.
Si no esperamos, no saldremos de las amarguras.
Si cerramos la puerta, nos encerramos con las dificultades que nos ahogan.
Isabel, que las gotas de esperanza se conviertan en ríos y mares de esperanza.
Un abrazo.
Hasta quienes creemos que la vida es un regalo tenemos que admitir que sufrimos (un poco) más de lo que esperamos en el transcurso de nuestras vidas.
Es pues un consuelo saber que ningún sufrimiento es eterno, que el tiempo se lo lleva todo.
Hay quienes, por algun motivo, se aferran a su dolor y se resisten a soltar el ayer. Estos tardan más en curarse. Pero por mucho que quieran torturarse, no pueden retener con ellos ese pasado. Al final sus manos no pueden sujetarlo.
El tiempo no nos da opción, no nos deja ser infelices para siempre. Por mucho que a veces nos empeñemos en lo contrario, el tiempo nos obliga a superar los pesares.
¿Y para que resistirse?
Un beso Isabel.
El tiempo da valor a los sentimientos, desvela la verdad, diluye los recuerdos, enfatiza los deseos.
Poderoso tiempo, poderosa esperanza.
Te dejo mi sonrisa iluminada y llena de ilusión.
Me gusta leerte cada vez más optimista, felicidades Isabel.
Precioso leerte. tengo que regresar con más calma, te guardo cerca.
Un beso
que es como aquello de: "a mal tiempo buena cara".
Bueno, pero mientras tanto...
¡Joer! que mal rato.
Te dejo sonrisas ilusas y abrazos llenos de sueños.
Nuevo curso, nuevos proyectos, nuevas esperanzas.
Te me cuidas, y sonríe ;)
Petonets ¡¡¡
Celta, sabes hacerme sentir esa esperanza como algo real y tangible. Sé que existe gracias a ti.
Ana, gracias por tu presencia constante, y sobre todo por tu sonrisa.
Nacho, siempre tus palabras acertadas y en el momento oportuno... no me voy a resistir.
Tienes razón, Erik, el mal rato se pasa, pero cuando se va ya no es tan malo... lo malo ya es pasado.
Muxica, vuelve y regálame tus bellas palabras.
Besos a todos.