Si la libertad cuesta dolor y lágrimas, sudor y firmeza, heridas de muerte, soledades y desequilibrios contados...
Si cuesta parte de tu vida y de la de otros, cambios tremendos, errores y a veces odios.
Si la libertad está clara en tu mente, si sabes que la amas y la defiendes.
Si decides que eres libre, pese a todo, que nadie volverá a atraparte en redes de cristal y nadie volverá a callarte.
¿Cómo vas a permitir de gratis que se metan en tu vida los que no quieren de ti más que angustiarte, decirte cómo debes de vivir tu vida, cómo debes de comportarte? Si tú tienes experiencias, las has luchado, entiendes de tu tristeza y la asumes y la adoptas y la conviertes en parte de tu alegría. Si tú tienes clara tu visión de la vida sin hacerle daño a nadie, sin torturas en la cabeza.
Que no, señores, que no es momento. Que no quiero perder la calma de nuevo. Ni que vengan ajenos a decirme qué tengo que hacer con mis propios momentos.
Lo que cuesta la libertad lo sabemos los que la hemos ganado a pulso y la hemos adaptado a nuestros intentos de vivir en silencio o entre gritos de felicidad.Si la libertad está clara en tu mente, si sabes que la amas y la defiendes.
Si decides que eres libre, pese a todo, que nadie volverá a atraparte en redes de cristal y nadie volverá a callarte.
¿Cómo vas a permitir de gratis que se metan en tu vida los que no quieren de ti más que angustiarte, decirte cómo debes de vivir tu vida, cómo debes de comportarte? Si tú tienes experiencias, las has luchado, entiendes de tu tristeza y la asumes y la adoptas y la conviertes en parte de tu alegría. Si tú tienes clara tu visión de la vida sin hacerle daño a nadie, sin torturas en la cabeza.
Que no, señores, que no es momento. Que no quiero perder la calma de nuevo. Ni que vengan ajenos a decirme qué tengo que hacer con mis propios momentos.