Isabel

Kadir nos contó una historia mientras viajábamos. Él lo hacía por entretener las largas horas de camino de Antalya a Avanos, pero a mí me impresionó lo suficiente como para que algo dentro reaccionase.

Nos hablaba de los derviches giradores y de la orden de Mevlana; de las flautas de caña que utilizan para improvisar las música que les lleva al trance suficiente como para girar sin descanso durante un largo tiempo. Y nos comentó algo de filosofía musulmana...


Las cañas que utilizan los monjes para su música no suenan bien si se tallan recién cortadas. De hecho, el sonido ni puede considerarse música. Para que lleguen a alcanzar su sonido suave y melodioso deben endurecerse, y se hace al fuego. La caña debe sufrir altas temperaturas para obtener la madurez suficiente.

Eso mismo nos pasa a los humanos: para conseguir una buena madurez hay que sufrir ciertos dolores, pasar por pruebas de vida que nos modelen y permitan que produzcamos al final de nuestra vida un "sonido" cálido y especial.

No hay que huir del dolor, hay que asimilarlo y sacarle provecho. Hay que pensar que los malos momentos nos ayudan, mal que nos pese, a madurar y a ver los buenos como un regalo. Se disfrutan más las cosas cuando se las valora, cuando se ha experimentado su pérdida y aún así se tiene suficiente fuerza para intentarlo de nuevo, con todo lo aprendido a cuestas.No me gusta sentir dolor, ni sufrir, ni verme a oscuras y en soledad, pero todo lo que he pasado hasta ahora me ayuda a saber por dónde encaminarme en adelante. Con nuevos errores, quizá, pero con nuevos ánimos. Caña que se va templando con el tiempo... porque aún hay tiempo.
15 Responses
  1. Pakous Says:

    Es una lástima que la vida sea en ocasiones tan dura y que para aprender nos tengamos que llevar tantos batacazos.
    Lo peor es que cuando "alcanzas" esa madurez necesaria después de todo lo aprendido ya estás para que te jubilen...
    Habrá que aprender rápido y disfrutar lo más pronto posible de lo que se pueda...
    Un abrazo amiga Isabel


  2. •Mar• Says:

    Genial. Es una oportunidad muy grande el solo hecho de saber aprender y captar, asimilar y solucionar las enseñanzas o dificultades q la vida nos pone... nadie nace sabiendo y desde el principio debemos darnos unos cuantos golpes para poder salir dando pequeños pasitos hasta convertirlos en carrera... asi se aprende, asi es lal vida, y ver las cosas desde el angulo pesimista no nos ayudara nunca... solo hay q saber tener paciencia y voluntad ;)

    Un beso guapa, buen tema :)


  3. Ana Says:

    La vida nos enseña a saber vivirla. Fructífero viaje para los ojos y el alma. Lo necesitabas. Ahora tiempo al tiempo por el camino de la paz interior, con nuevos ánimos y mucha más experiencia llena de ilusión.

    Un abrazo


  4. Acuatico Says:

    Una mañana el frío invadió mi cuerpo,
    comprendí el hielo del mundo,
    a mediodía el calor abrasó mi mente,
    comprendí las pasiones sin control,
    al atardecer contemple la puesta de sol,
    mi hora había llegado...

    Un abrazo desde mi pecera....


  5. Sibyla Says:

    Qué buena aplicación, Isabel, es cierto, yo también lo veo y siento así, será porque también estoy en la edad en que la caña pasó por altas temperaturas para templarse.
    Es curioso, hoy, en mi ciudad, mientras esperaba el transporte urbano para volver del trabajo a casa, observé varias jóvenes veinteañeras, diferentes entre sí, pero todas eran hermosas, me dí cuenta que el secreto no era otro que el su edad, sin embargo pensé:
    No me cambiaría por ninguna de ellas...tal vez porque como dice tu post, una caña verde no puede producir melodía, ni siquiera el sonido puede considerarse música...
    Besos amiga.


  6. Inma Says:

    Tienes razón. Siempre digo que no envidio el tener menos años, es mucho más fácil la paz interior desde los años.

    Según voy siendo mayor, voy aprendiendo
    no sólo a vivir,
    sino a sufrir.
    ¡Y es tan bueno aprender a sufrir...!
    ¡Se sufre
    más poquito!

    (Gloria Fuertes )

    Mil abrazos


  7. thot Says:

    Después de todas las cosas tan preciosas que han dicho los demás ya no me queda nada por decir.
    Tienes una inmensa sabiduría Isabel; el último parrafo así lo atestigua. Hay sabiduría hasta en la última coma.
    Gracias por compartirlo.


  8. Querida Isabel, a mi no me gusta perder ni a las canicas. Pero claro, aunque no me guste, a lo largo de mi vida he ido perdiendo cosas importantes e insustituibles. ¿Eso me ha enseñado a apreciar más lo que tengo? No, creo que no. Sólo me ha enseñado a resignarme y a asumir que la felicidad solo existe a ratos.

    Un beso, amiga. Te sigo leyendo

    Irene


  9. Los malos momentos son necesarios, porque si no existiesen no sabríamos cuales eran los buenos.
    Lo que hay que hacer es afrontarlos con naturalidad.
    Yo tengo una máxima que te ofrezco:
    "Si la vida te da solo limones, hazte una buena limonada".
    Un beso


  10. Isabel Says:

    Pues sí, Paco, es una pena que la vida esté llena de espinas y que así tengamos que aprender, pero es lo que hay... de todos modos, como bien dice Orestes, mirando las cosas con un punto de positivismo les daremos el valor que merecen. Me ha encantado lo de los limones.

    Anita, cuánta razón tienes sobre la falta que me hacía esto... ahora las cosas tienen hasta color.

    Ay, March!! Esa paciencia es la que querríamos todos a veces, pero qué cara es de encontrar. En eso estamos, guapa.

    Acuatico, precioso el poema que me dejaste con tu llegada a mi blog. Espero que vuelvas y me regales más.

    Sybila, estamos en una edad maravillosa, donde sabemos estar mejor y donde la serenidad es la base de nuestra belleza. Porque ya sabemos mucho y hemos pasado más.

    Es cierto, Muxica, que con el tiempo se va sufriendo menos, a medida que aprendemos a hacerlo... o quizá sufrimos mejor.

    Gracias, Thot, por tus palabras y por estar aquí. Un beso.

    Fermina, yo no creo que la resignación sea un buen camino. Simplemente hay que saber cuándo rendirse y cuándo seguir luchando... tampoco me gusta perder, pero resignarme menos.
    Besos a todos.


  11. Mariaisabel Says:

    Isabel, gracias por visitar mi blog, ahora soy yo que entro en el tuyo.
    Sabes, pienso ue la madurez es una �poca bonita , hemos aprendido mucho de la vida y nos tomamos las cosas de otra forma, sufrimos menos.
    Perdemos cosas, pero ganamos otras.
    Un gran abrazo


  12. gorrión Says:

    ....querida Isabel, llegué hasta aquí siguiendo el aroma fragante d etu perfume dejado en el bosque del árbol que habla y me encuentro con un auténtico cofre de maravillas , y además con la compañía compartida de queridos y maravillosos amigos , como Pakous ( el Señor de las estrellas ), Sibyla ( la hermosa Dama sabia ) , y Fermina de Amor....qué mejor compañía...y qué mejor lugar!!
    Aquí dejaré un nido como parada obligada para verte y disfrutarte!
    besos besos!!


  13. He leido tus post, esas imágenes ya las he visto antes.. tal vez en las fotos de mi hermano cuando fue a Turquía.. tal vez cuando fui yo en sueños...
    tal vez...
    es como si alguna vez hubiese estado ahí... tal vez... recuerdo el libro que me marcó, de derviches y danzas, como la caña, como el crisol que lentamente va transformando al calor de mi fuego el alma en pleno..
    Te lo recomiendo si me lo permites " La conspiración de los Alquimistas".. no me preguntes el autor, siempre he tenido mala mamoria con ellos, y pocas veces recuerdo el título de algún libro.. este te gustará y sentiras que nuevamente has llegado a ese lugar...

    Gracias por tu visita.. no te preocupes por mi.. estaré bien, lo prometo... no soporto las clinicas ni los hospitales a si que decidí que esto se acaba, me he vuelto a aventurar en mi vida.. y estoy segura que durará mucho más de lo que creen... ;-)

    He dejado de fumar.. por algo se parte ;-)

    Un abrazo.-


  14. Isabel Says:

    Tocaya mía, entro a menudo a leerte, me gustan tus cosas, así que seguiré yendo a tu rinconcito particular.

    Gorrión, un placer tenerte aquí, entre amigos que compartimos una parte de la vida y algo más de madurez.

    Auténtica, es difícil no preocuparse, pero sé que tus intenciones valen más que las medicinas y que la fuerza interior puede más que las opiniones médicas. Sigo a tu lado. Besos.


  15. Anónimo Says:

    Gracias por esta enseñanza.
    En ocasiones necesitamos escuchar palabras como estas que nos haga más llevadero el paso y nos cargue de energía.
    Pienso igual que tu. O al menos me gustaría creerlo.
    Gracias!!
    Besos.
    Neli.