Isabel

Nadie es perfecto, todos nos equivocamos. En la teoría sabemos que los errores tienen sus consecuencias, y también que el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra... supongo que es el modo de justificarnos.

Hay instantes en que, movidos por la desesperación, la frustración, el dolor o el desengaño, hacemos o decimos cosas de las que luego nos sentimos terriblemente arrepentidos.

Soy persona de hablar mucho, aunque suela saber lo que digo... eso ya es un primer error. Si mucho hablas, aumentas la probabilidad de equivocarte.

También hay mucha pasión en lo que digo o hago... segundo error, porque si no eres capaz de dominar las pasiones se vuelven contra ti cuando menos lo esperas.

Reconozco que, una vez herida, soy hiriente a la vez. Mi boca dice lo que siento sin pararme a pensar... otro error más. Siempre se piensa antes de hablar, porque las cosas que hieren, una vez dichas, ahí quedan.

No ha sido la primera vez que, dolida o desesperada, he dicho más de lo que debiera o he escrito más de lo que sería aconsejable. Así he perdido no a una, sino a varias personas.

Nadie está hecho para soportar las armas arrojadizas de aquellos que nos hemos sentido a veces estafados por la misma vida. Y lo peor es que el mayor error de todos es no darse cuenta de que el estado en que estamos sumidos cuando nos volvemos rastreros con los otros pasará... que nada es inamovible, que mañana volverás a sonreir y entonces quizá ya no encuentres los amigos ni el amor que antes soportaron tus embates.

No parezco aprender, aunque lentamente y a medida que la vida me regala enseñanzas nuevas y personas a mi alrededor comprensivas y con ánimo dialogante, me doy cuenta de que al menos nunca cometo el que sería el error más grave: no pedir perdón.

Desde aquí deseo pedir perdón a aquellos a los que he herido, incluso a quien no me va a leer jamás. Porque estoy dispuesta a pensar antes de hablar, porque estoy dispuesta a medir mis impulsos, porque ahora la sonrisa me acompaña y no la voy a dejar escapar, porque hay mucha gente que vale la pena tanto como para no desear cometer errores.

A veces el precio es tan alto como el mismo futuro... otras veces, se puede pagar. No deseo perder a aquellos que, como tú, me hacen pensar y me ayudan a vivir.

10 Responses
  1. celtaj Says:

    No te conozco suficiente.

    No sé si habrás cometido o no errores, si habrás perdido o no a muchas personas en tu vida, no sé si serás o no perfecta...

    Por desgracia, eso sí lo sé de mí.

    Lo que sí sé de ti... porque tú lo enseñas... es que con tu corazón grande, y con tu inmensa alma humilde... tendrás a tu lado a quien tú quieras.

    Un abrazo.


  2. Ana Says:

    Isabel, aunque suene a manido "todos cometemos errores" todos, incluídos los que a veces para evitar males mayores nos refugiamos en nuestro prudente silencio, para no herir, para no dañar, para no contagiar nuestras penas.

    Imagino tu sensación porque la he vivido más de una vez, pero lo que te hace grande es reconocer y pedir perdón. Espero que le llegue a la persona afectada y que tenga la generosidad de comprenderlo.
    Estoy convencida que todo pasará, el diálogo es la mejor solución.

    Un fuerte abrazo, mucho ánimo que detrás de la tormenta se disfruta la calma más deseada.

    Te me cuidas, sabes que te aprecio mucho. Besos de esta ilusa soñadora.


  3. Isabel Says:

    Efectivamente, Ana. Llegó a la persona afectada y, no sé si sabiéndolo o no, conseguí enmendar lo cometido. Ahora me siento bien.
    Me encanta volver a verte por estos lares, Celta, y que los enriquezcas con tu sabiduría y tu experiencia. Besos a los dos.


  4. erik Says:

    errores.....?

    Hay dias que es mejor no levantarse.


  5. MABANA Says:

    Conforme te leia, sentia que estaba escribiendo yo...has descrito tantas cosas que yo hago...me llamo tanto la atención

    Los mismos errores, metidas de pata, que luego hay que justificar...muchas veces sin la menor intension de herir!!

    Es mas hace dias, cometí el error de hablar de mas, bueno no de mas...mas bien de tratar de ayudar, y me salio todo chueco y luego me tienes dando explicaciones al x mayor...que barbaridad, y todo por bocona!!

    En fin, es mi cruz, tu cruz que veo tambien...y te digo algo amiga mia?...x mas que hagas seguiras igual...nodificaras en algo, pero si eres como me imagino, espero que no cambies!!

    Ya que la gente que te quiera sabra quererte con tus aciertos y errores, sabra entenderte y si no...pues carpetazo!!

    He aprendido con le tiempo que uno no tiene que cambiar tanto...hay que ser autentica...simplemente..

    Si ya tjustificaste tu actuación, ya esta!!...el balón esta ahora en su cancha, y con esto veras que jugada hará ahora el o ella...y te darás cuenta si valio la pena el preocuparte por lo que hiciste o dijiste...

    En fin...sorry me explaye!! pero es que es mi vida la que retrataste ahora...lo siento

    Un besisimo, sigue como siempre, no cambies x favorrr!!


  6. Bett Says:

    Isabel, asi es! todos cometemos errores y de ello aprendemos dia a dia, nos hace mas fuertes...
    Hay muchos que igual que tu cometi, pero sabes!? haces que me sienta orgullosa de ello, porque es algo que forma parte de la esencia de cada uno.

    Te dejo un abrazo!


  7. Anónimo Says:

    Yo diría que es casi inevitable herir a las personas de nuestro alrededor. No creo que por hablar menos o ser menos apasionado se pueda evitar. La única solución sería no actuando en absoluto. Pienso que ello es así porque, aunque pensemos que nos comprendemos, realmente no es cierto en la inmensa mayoría de casos (al menos no nos comprendemos al 100%, o a un porcentaje elevado que nos de garantías). En cualquier momento, quizás mañana o quizás dentro de 2 años, podemos hacer o decir algo que tenga el efecto inesperado en la otra persona, algo que para nosotros sea inofensivo pero que para la otra persona tenga efectos devastadores.

    Evidentemente no vamos a dejar de actuar o de hablar para evitarlo, se perderían demasiados valores de nosotros. Si nos equivocamos, cuando nos equivocamos, hay que enmendar los errores, y esperar que las relaciones sean lo suficientemente fuertes para poder superarlo.

    Otra cuestión es la que tu mencionas, aquellos momentos en los que estamos muy ofuscados y por ese motivo nos creemos con el derecho a decir cosas que puedan herir. Y es que cuando decimos esas cosas hirientes sabemos que estamos actuando mal, en algún nivel de nuestra consciencia lo sabemos, y no a posteriori, sino en ese mismo momento. Pero es que en esos momentos nos importa mucho mas nuestro propio dolor o frustración que las consideraciones a nuestros seres queridos. Es una manifestación de lo terriblemente egoístas que podemos ser, y como tu dices, rastreros.

    Es en estos casos en los que resulta mas difícil pedir perdón, porque estamos avergonzados de nosotros mismos, y molestos de haber mostrado lo peor de nosotros a los demás. Pedir perdon es reconocer ante la otra persona aspectos de nosotros que odiamos. Es duro, pero los seres queridos lo merecen. Y ademas, al dar ese primer paso muchas veces te encuentras con una inesperada comprension de la otra persona, que comprende tus impulsos y los perdona, y que se alegra de recuperarte.


  8. Tino Hargén Says:

    Isabel, errores son amores.


  9. Cilenia Says:

    Hola Isabel, No me conoces, entré a internet buscando un tema en especial sobre los errores y apareció tu blog. Los errores se pagan a veces demasiado duro, pero a veces a quine más le duele fue al que lo cometió. Te invito aver mi blog, hace rato que no escribo, he tenido muchas cosas que hacer. mebael.blogspot.com. Saludos de Bogotá. Cilenia !


  10. hermes Says:

    Hola Isabel, gracias por invitarme a visitar tu espacio y por visitar tu el mio.

    La verdad es que h he encontrado tu blog muy personal, muy interesante, continuaré visitándote.

    Un abrazo