Isabel
"Limítate a pensar en los árboles: ellos dejan que los pájaros se posen en ellos y luego vuelen. No los llaman para que vengan ni anhelan su retorno cuando se alejan. Si los corazones de la gente fueran como los árboles, nunca estarían fuera del Camino"
Langya

Leía hoy esta pequeña cita zen.
El zen me ayuda a dimensionar ciertas cosas que no puedo, o no sé, asimilar dentro de una vida "normal". Por eso tengo un pequeño libro donde leo una o dos citas diarias sobre las que reflexiono, a veces simplemente pasando por encima, otras quedándomelas bien grabadas en el corazón.

El breve texto de Langya me ha fulminado. La contradicción que ha hecho penentrar en mi interior ha sido aplastante. La paz interior puede estar tan cerca como el hecho de mimetizarte con los árboles, vivir simplemente viendo pasar o pasando, fluyendo con lo que te rodea, no preguntando, ni buscando; teniendo y dejando. Y, sin embargo, es inevitable llamar, anhelar, sentir miedo a perder, ganas de ganar.

Si mi corazón fuera el de un árbol, entraría en esa calma que pretendo, encontraría mi lugar y dejaría atrás sentimientos encontrados. Pero no soy árbol, no puedo ignorar mis emociones. Soy un ser humano poco preparado para dejar de llamar o anhelar los retornos deseados y esperados... pésima aprendiz de zen...

Me debato entre la necesidad de adoptar ese pensamiento como mío, y la imposibilidad de negar mi naturaleza más íntima. Entre aceptar la verdad intensa que contiene y darme cuenta de que a veces las verdades no casan con las realidades.

Y me pregunto: si los árboles tuviesen brazos, ¿no intentarían acaso retener lo que más aman?. O quizá, si tan sólo tuviesen corazón...

Seguiré caminando; mi mente no encuentra descanso y aún no hallé lo que buscaba.

43 Responses
  1. Buenas tardes Isabel.
    Personalmente pienso que los arboles, se prestan ha ser mirados o admirados, son seres que en su quietud albergan los movimientos de la tierra...De la Natura...
    Quien los corta, corta oparte de si...
    Pero entiendo que la reflexion delante de ellos...Con ellos....Siempre es admirable, pero nosotros no tenemos las hondas raices que ellos tienen.
    Por lo tanto, creo que somos libres de movernos y de reflexionar.
    La filosofia Zen, es interesante,
    el Tao, tambien lo es, mejor dicho lo fue...
    Saludos.
    Jesus


  2. Anónimo Says:

    isabel, casi todos mis dolores de desamor provocado o sufrido por mí vienen de ahí: de que ella o yo no hayamos dejado al otro ser completamente libre y le hayamos reclamado su presencia cuando esta no era su voluntad

    y yo sí creo en ese amor en libertad, y no creo que sea un amor menor, creo que es mayor

    por eso mismo me atrevo a decirte que te quiero con ese amor

    santiago


  3. Ana Says:

    A los árboles solo les falta caminar para ser humanos. La simbología es perfecta, en numerosas ocasiones lo he meditado.
    El equilibrio interior, esa paz que anhelamos está en nuestra forma de mirar la vida, de darle la vuelta a todo para sentirnos mejor.
    Aparta de tu camino todo lo que te perturbe, poco a poco, sin pausa ni prisa. Es complicado pero no imposible.

    Me encanta leerte mi querida Isabel, tan humana, tan generosa y tan vital, tan sincera.
    Un fuerte abrazo.


  4. isobel Says:

    cielo, entre un árbol y una persona, encuentro alguna diferencia, no puedes ser lo que no eres, pero bien es cierto que todos los seres vivos tenemos algo en común LA VIDA y de todos podemos aprender, besitos enraizados


  5. Yo me quedo con esa frase tambien para meditarla, pero muy profundamente, a ver si consigo apaciguar un poquillo esas desazones e insatisfacciones que siempre me acompañan...
    un abrazo muy grande y muchos besicos
    Encarna


  6. aapayés Says:

    Me quedo con tu reflexión , me ha gustado mucho...

    saludos un abrazo fraterno


  7. Anónimo Says:

    He leído sobre el zen, pero no le acierto a sacar partido para mí. Desde luego, que lo respeto, pero no lo entiendo bien. Un beso.


  8. Ojo de fuego Says:

    Encontrarás lo que buscas Isabel. Sigue peleando, sigue y lo encontrarás, aunque por el camino dejarás muchos sueños, lo encontrarás, te lo aseguro. Pero encontrarás otros, reina. Otros sueños que te llenarán de dicha.
    Y dormirás bien, terminarás durmiendo bien.

    Muchos besos


  9. Anónimo Says:

    mola tu blog


  10. MABANA Says:

    Como eres tu, es imposible que adoptes ese pensamiento de pasividad!!...imposible, repito!!

    Amiga linda, no te desesperes, encontrarás lo que tanto anhelas, el descanso tan buscado x ti, llegará en el momento menos esperado y por donde menos te lo imaginas...

    Deja de buscar con tanto ahinco, porque te quedarás exhausta, y eso no va contigo, claro que no!!

    Muchos besitos...feliz domingo!!


  11. Anabel Says:

    Me encantan los árboles: no encuentro mayor felicidad que observarlos, son maravillosos. Me gustaría ser como un árbol, pero me temo que como tú, también soy una pésima aprendiz zen.

    Si hay algo que me da paz es la Naturaleza. Cada vez más y cada vez más lejos de los humanos.

    Besos,

    Anabel, la Cuentista


  12. Ayyyyyyyyy, nonononono, yo tampoco podría abrazar la filosofía zen, mi espíritu inquieto no puede con ello.

    No quiero resignarme a no ser que pierda todas las batallas, no quiero renunciar a no ser que mil toneladas me aplasten, no quiero dejar fluir, quiero pelear, luchar, soñar, poner de mi parte.

    La vida hay que pelearla y no dar nada por perdido, así que, adelante.

    un beso


  13. Ligia Says:

    Hay que sacar lo que mejor creamos de cada filosofía, y también puede que la zen tenga pensamientos que no compartamos en determinados momentos o no vaya con nuestros sentimientos más íntimos. De todos modos, hay que seguir buscando. Abrazos


  14. AnyGlo Says:

    Los árboles son seres llenos de vida que nos enseñan el valor de la paciencia y la perseverancia. A mí especialmente me gusta abrazarlos y llenarme de su energía positiva.

    Un beso!!


  15. Аmanecer Says:

    La paz interior es importante, para sentirnos bien, y poder luchar por nuestros sueños, para ser valientes ante el miedo de perder, y mantener en alto las ganas de ganar, a pesar de que el camino es cuesta arriba.

    Encontraras lo que buscas Isabel, eres una gran mujer, decicida y valiente!!

    Besos y muchos màs.


  16. ybris Says:

    De los árboles, la paciencia.
    De los que nos rodean, el afecto y la esperanza.
    De nadie, la desesperación.

    Besos.


  17. Dante Says:

    Literariamente es muy bonita la cita zen que transcribes, pero en la realidad no podemos ser árboles ni comportarnos como ellos, y en mi caso, ni siquiera lo deseo. Los humanos tenemos corazon y cerebro, dos elementos que son los que dominan nuestras acciones y lo importante es mantener la tranquilidad para poder dirigirlos a la hora de mostras los sentimientos y las ideas. Yo tambien medito, pero dentro de la realidad y lo que busco es la paza para mi, para los que me rodean y para los desconocidos. Es utópico pensar que se va a conseguir al cien por cien, pero con poco que logres ya es un paso adelante.
    Un beso espiritual


  18. los árboles siempre ocupan el mismo lugar, no pueden experimentar la aventura de perderse, la alegría de encontrar de nuevo el rumbo. mejor tener brazos, definitivamente.


  19. celtaj Says:

    No existe contradicción entre esa cita y lo que eres y buscas... o buscamos muchos.
    Yo creo que la paz interior que aconseja no significa la inacción, el sólo estar en el camino, el sólo mirar...
    Creo que significa mucho más: la visión interior, la mirada hacia dentro más que hacia afuera, la seguridad de ser lo que somos, la serenidad de conocernos a nosotros mismos y estar orgullosos...
    Eso no quita que necesitemos a los otros, que los deseemos, que busquemos cariño... pero sin perder nuestra propia identidad.

    ¡Claro que todos los seres vivos intentan retener lo que más aman!
    Y los árboles también...

    Un abrazo para ti, Isabel.

    Tu mente no encuentra descanso... no es de ésas.


  20. Mencía Says:

    Hola guapetona!!!

    Si mi corazón fuera el de un árbol, entraría en esa calma que pretendo, encontraría mi lugar y dejaría atrás sentimientos encontrados ...

    Niña, si tu corazón fuera el de ... no serías tú.
    Es cierto que se puede moldear lo que sentimos, cambiar cosinas que no nos gustan de nosotros pero no podemos pretender ser otra cosa distinta (¡un arbol??? jejejeje).

    Es un avance desprenderse de lo que nos daña - como puedan ser actitudes de dependencia de algo que no nos conviene o de alguien que no nos completa o no nos hace mejores - pero de ahí a querer ser otro corazon no, no y no (sonrío).

    Besosmiles.


  21. Fran Says:

    Lo malo del Dios los cria y ellos se juntan es que acaban quitandote las palabras.
    No eres un arbol, tienes capacidad para luchar, para cambiar el rumbo de las cosas, para no quedarte quieta cuando la sequia te ahoga o cuando una riada te ahoga. Puedes buscar refugio, puedes buscar un sitio donde tu corazon, tu alma sea un poco mas feliz.
    Quizas la busqueda sea eterna pero tenemos algo mas interesante que hacer que encontrar la felicidad?

    Besotes


  22. Erik Says:

    dejalo estar.

    Tu, como yo estamos eternamente condenados a comernos el coco, y pienso que si un dia dejaramos de hacerlo no ibamos a acostumbrarnos.

    Los arbolitos son la mar de felices.


  23. Hay otro aspecto a tener en cuenta, querida amiga: que se trata de un proceso, que aprender a desprendernos de las cosas y de las personas no es algo que traigamos puesto de nacimiento, sino un camino a recorrer. En cualquier caso, no estoy yo tampoco muy segura de desear tanta perfección... Besitos.


  24. Isabel, mi mente tampoco encuentra descanso. Señal de que vivimos, soñamos, deseamos, intentamos...

    Besos enormes


  25. toñi Says:

    Muy bonito lo que has escrito hoy. Un beso


  26. A.M. Says:

    Opino como Fabrisa, la vida hay que lucharla, hay que pelear por aquello que se quiere, siempre que sea de buena fe, y no dar nada por perdido, y si nos caemos, nos volvemos a levantar, y así sucesivamente.

    Un abrazo muy grande amiga!


  27. Yo también tengo un libro con citas de maestros Zen, y me encanta, porque unas veces me ayuda y otras no, pero siempre me hace pensar y considerar las cosas desde otro punto de vista, el de que todo en la vida en increiblemente sencillo.
    Y sólo eso ya es mucho.
    Un besico!


  28. Anónimo Says:

    Yo creo que la cita quiere concluir que no debemos esperar nada de los demás, de esa manera todo lo que recibamos lo vamos a valorar mas.

    Me ha encantado tu reflexión, me ha parecido hasta verte ahí dudando entre aceptarla y acatarla o romper los moldes y reinventarla. jaja. Sin duda, algo de cierto lleva y algo de serenidad se nos debe de quedar recordándola y no olvidándola.

    Sigue amiga, sigue el camino. Que nadie encuentra todas las respuestas nunca, pero el encanto radica en que cuando menos lo esperas se disipan muchas dudas...

    Besotes, Isabel.


  29. tchi Says:

    Puede parecer una tontería lo que voy a compartir, pero lo comparto igual, lo mereces.

    Muchas veces abrazo los árboles dellos sacando mucha energía.

    Y no dejo de regalar un abrazo a los que lo aceptan cuando hace o no hace falta.

    Abrazar es vivir...

    Abrazo.


  30. Inma Says:

    Recuerda que, a los árboles también los mece el viento.
    Un abrazo.


  31. horabaixa Says:

    Hola Isabel,

    Creo que la base es saber interpretar, no querer imitar. me gustan los arboles, los necesito, son vivos, dan vida.

    Pero están estaticos, tienen raices que los sujetan. Yo, a diferencia de ellos, necesito moverme, necesito buscar, abrazar.

    Quizá no encuentre lo que busco, quiza no sepa ni lo que busco. Pero estoy totalmente segura de que si lo encuentro, lo sabré.

    Un abrazo


  32. Tawaki Says:

    Incluso los árboles luchan por crecer más alto.

    Un beso.


  33. Anónimo Says:

    Jesús, las filosofías orientales siempre han aportado puntos de vista que aquí, por cultura, nos cuestan de asimilar o de comprender, pero tienen su parte de razón.

    Santi, el amor es individual, se otorga a aquel por quien se siente, de un modo u otro. El colmo de la felicidad es sentirse correspondido. Si no, al menos hemos amado, que ya es mucho.

    Ana, tú y yo sabemos que el equilibrio interior no es lo nuestro, pero que lo buscamos incansablemente. Nada como esa parca sensación de sentirse flotando.

    Pues sí, Isa, mi niña... hay diferencias notables, pero todos somos hijos de la Madre Tierra, y eso tiene mucho que ver.

    Encarna, tú y yo tenemos mucho más en común de lo que ambas imaginamos...

    Gracias, Adolfo, por tu amabilidad y tu presencia.

    Fer, el zen, de tan sencillo, a veces no se entiende. Al menos no para uno. Eso no nos hace peores ni mejores, cada uno encuentra su propio lugar en la filosofía.

    Ojo de fuego, porque te conozco y sé que tus ojos no mienten, al menos en las ilusiones... te creeré.

    Gracias, Cicerón, conciso pero contundente ;)

    Barb, siempre tienes lindas maneras de alegrar la vida a la gente.

    Anabel, estamos igual, cada vez más metida en mi mundo, cada vez más alejada de todo...

    Isa, tú eres luchadora como pocas que he conocido, menudo empuje el tuyo!!!

    Ligia, es lo que me gusta de la filosofía, que puedes caminar buscando todo aquello con lo que hacer la tuya propia.


  34. Anónimo Says:

    Anyglo, lo malo es lo poco que nos fijamos en la Naturaleza y la poca atención que le prestamos. Tu actitud es hermosa.

    Amanecer, gracias por tus sabias palabras, siempre me enseñas.

    Ybris, ojalá pudiera hacer tus palabras mías...

    Fortimbras, tu experiencia siempre me ha servido de mucho, tus palabras sabias me ayudan.

    Raúl, mejor tener brazos, exacto, y abrazar mucho.

    Celtaj, a veces me sigue maravillando lo bien que me sabes leer y comprender. Me aportas mucho.

    Mencía, yo también sonrío contigo, con esa mirada cómplice. No, ambas sabemos que árbol no sé ser. Ni tú.

    Jaja, Fran, otro día escribe antes que ella ;) Y no, no hay nada más importante ni gratificante que buscar la felicidad.

    Ayyy, mi fantasma favorito... sabes que sí, que nosotros somos así y que no nos vamos a convertir el árboles, aunque tú les hagas fotografías realmente bonitas ;)

    Isabel, no sabes lo que me cuesta desprenderme de las cosas que amo... es que las quiero para mí. Egoísta o humana??

    Patri, intentarlo, con todas las fuerzas. Conseguirlo, ya veremos.

    Gracias, Toñi, me alegra que te guste.


  35. Anónimo Says:

    Iris, siempre has demostrado una gran fortaleza, eres de admirar.

    Irene, por eso me gusta leerlo. Porque hay días que paso por las citas sin más, pero otros en que alguna me toca por dentro y ese día crezco.

    Neli, las expectativas no conducen a nada bueno, porque nunca recibes lo mismo que das, cada quien hace lo que puede. Pero lo importante son las ilusiones, mantenerlas y luchar por ellas.

    Tchi, no me parece una tontería estar en comunión con la Naturaleza y vivir lo más apegados posible a ella. Me parece precioso.

    Muxica, sí, también ellos tienen abrazos.

    Horabaixa, yo también lo sabré, estoy convencida.

    Tawaki, muy buena observación. Se la escribiremos al maestro zen ;)
    Besos a todos.


  36. Hola Isabel
    Despues de mucho tiempo lo que más necesitaba mi alma era un lectura zen.
    Tu escrito da para escribir muchisimo, pero como alguien te dice los dejaremos ''estar''para admirarlos.
    Me siento arbol Isabel pero no seria capaz de retener a quien quiero, porque los dejaria prisoneros... yo traje al mundo mis pajarillos para que fueran libres, eso si, me gusta que vengan a descansar a mi.
    Besitos con todo cariño.
    Paquita


  37. Anónimo Says:

    A veces buscar sin encontrar, y otras encuentras sin haber buscado. ¿Por qué intentamos darle respuesta a todo? Convivir con lo que nos rodea no es malo, lo malo es implicarse en ello hasta fundirnos, convirtiéndonos en otros.


  38. Hola Isabel.

    Como tantas veces, empiezo a escribir aquí sin saber qué voy a terminar diciendo...

    La reflexión zen es muy "resultona".
    En pocas palabras lanza un mensaje que dice mucho y bonito.

    Pero luego llegas tú (o yo, o...) y decimos: ¡qué guay,qué bonito! Me lo aplicaré...

    Pero no, no.

    Duro, difícil. Muchos caminos por recorrer.

    Y tu blog se llama "Senderos Intrincados". Parece que pusiste el nombre pensando en este instante, preciso, precioso.

    Caminos, duros, intrincados, solitarios...

    Mucho por recorrer, mucho por aprender.

    Los iluminados lanzan ráfagas. Al resto nos llegan destellos, como los intermitentes de un avión alto, alto...


    Me vino a la mente también algún relato de otro iluminado, Cayetano Arroyo, al que tuve muy cerca pero no conocí hasta después de su partida.
    Él decía que hemos de ser como las aves que alimentan y enseñan a volar a sus polluelos, mas no les impiden marchar a llevar su propia vida.
    La diferencia con tu propuesta zen: esta vez se trata de seres animados y, además son los padres de los “que se marchan”.

    Un paso más y estamos en el nivel humano.

    Isabel, solitaria en el desierto, aprendamos, aprendamos. Todo está ahí para que aprendamos.


    Abrazo fulminante.


  39. Anónimo Says:

    Mi querida Paquita, ¡cuánto tiempo y qué gusto volver a tenerte aquí! ¿Sabes? En cuanto a los hijos sí me veo mucho más zen de lo que parezco. Sé que no están aquí para mí y que un día marcharán, y ese día les diré adiós y me alegraré por ellos. Eso sí, esperaré que vuelvan a verme de tanto en tanto, como tú.

    David, gracias por la visita y por tu aportación crítica. Me gusta el punto de vista, porque lo encuentro razonable. También sé de lo malos que son los apegos, y lo complicado que es deshacerse de ellos.

    Secretario, fulminantes tus comentarios. Son intrincados porque transito por ellos de un modo complicado, pero es el mío. No soy árbol, aunque a veces me gustaría, aunque a veces desearía iluminarme de repente. Y es tan fácil... sólo hace falta dejar la búsqueda y sentarse a mirar lo que pasa.
    Besos a todos.


  40. Marta Says:

    Isabel
    nomes era per deixar-te un munt de petonicos.


  41. Pakous Says:

    el amor por el amado ausente, no es comparable a la posible nostalgia del árbol...
    por suerte no somos árboles. Un beso.


  42. Anónimo Says:

    Gracias, Marta, por estar ahí, con todo lo que tienes tú encima. Para ti mis cariños y toda la fuerza.

    Paco... de nuevo, me dejas sin palabras. Tú ya sabes...
    Besos a los dos.


  43. Cristian_Gamboa@hotmail.com Says:

    Yo lo entiendo que los pajaros son recuerdos, sentimientos, dramas alegrias llegando y partiendo, moviendose entre las ramas del corazon a veces bulliciosos, otras silenciosos, saltando de rama en rama.

    Como el arbol no controlamos cuando y por cuanto se quedaran

    y lo curioso es que si por un tiempo no regresan esos pajaron los necesitamos.