Isabel
"Llevo dos anillos en la mano izquierda. De metal barato, deformados por las vueltas, el uso y los juegos. Cada anillo tiene su pequeña historia, pero yo no la sé. Sólo sé su final, porque no eran míos.

El lila era de Dayana... siete años, unos ojos oscuros y grandes, sonrisa amplia, abrazo intenso. El azul, de Daniela, algo mayor, de expresión triste a veces, alta y delgada, llena de cariño.

Cariño... una palabra que, escrita, se ve pequeña. Una de esas palabras que sólo se entiende cuando se da y se recibe, cuando te apresa y te rellena todos los huecos.

Ambas se los quitaron de sus dedos para ponerlos en los míos, en días distintos, en circunstancias distintas, sólo porque no querían que olvidase... ¿Y cómo olvidar? ¿Cómo voy a meterme en mi vida del día a día, de prisas y gastos, de cosas bellas y no tanto, apartando de mi mente sus sonrisas?.

Lo único que puedo hacer es cerrar los ojos cuando me invadan las dudas, las presiones me ahoguen, me ponga enferma la incomprensión. O bien cuando tenga momentos felices, la vida me sonría y la calma me invada. Por que sé que en unos u otros momentos, su recuerdo dulcificará mi presente y me regalará los mismos instantes hermosos de cuando resolvíamos divisiones al atardecer, en Bolivia.

Ahora llevo esos anillos con más gusto y más orgullo que si fueran de diamantes, porque significan para mí más de lo que uno pueda imaginar... son pura vida".

Una de las pequeñas experiencias vividas en Cochabamba durante mi voluntariado. Imposible describir todas y cada una de las anécdotas, pequeños momentos, grandes felicidades que me ha otorgado esa experiencia inolvidable.
De todo ello surgió un blog: En tierra quechua

Espero repetir un día.
14 Responses
  1. Un par de anillos llenos de calor amigo.

    Precioso escrito, mágica vivencia...

    Un beso mi querida amiga.


  2. Marta Says:

    Isabel
    que ese bienestar que ahora experimentas te acompañe siempre.
    Feliz de tu vuelta.
    Molts de petonicos, sempre
    Ara vaig a fisgonear per Terra Quechua


  3. Pluvisca Says:

    Como te entiendo, llevar algo de una perona que nos da cariño, es un tesoro, una joya preciada, aunque sea de alambre.

    me alegro de leerte asi de feliz

    Un ABRAZO


  4. ybris Says:

    Es curioso comprobar como en la vida va quedando lo más valioso, que es, afortunadamente, lo más sencillo.
    Son las pequeñas cosas que hacen más profunda nuestra vida.
    Ese tesoro nunca te abandonará.

    Besos.


  5. Ligia Says:

    Debe ser muy hermosa tu experiencia. Iré a leer el blog. Abrazos


  6. Anónimo Says:

    Mi enhorabuena, por tener esos dos preciosas joyas, que ni todo el dinero del mundo podrían comprar y poner a la fuerza en sus dedos.
    Sin duda, eres grande porque te has forjado así, esto es un paso más en tus senderos intrincados, que sin duda allanará el alma cuando esta se sienta cansada.
    Me emociona tu emoción y admiro lo que has hecho.
    Un besito.


  7. VerboRhea Says:

    El amor dado y recibido sellado en esos dos anillos, "valiosísmimos" para ellas, para recordarte todo lo valiosa que tú también fuiste para ellas...Hay cosas que no cambian ni en el tiempo ni en las culturas...

    Bienvenida a tus caminos.


  8. Ojo de fuego Says:

    Me alegro de que te hayas traido ese recuerdo tan hermoso. El alma de un niño nos da muchísimo más de lo que puediéramos soñar. Sólo nos queda encontrarnos en esas almas a las nuestras propias.
    Muchos besos


  9. MARU Says:

    Igual que los casados llevan un alianza como señal de unión, tu llevas esos anillos, que te unen a esas dos personas, a la experiencia vivida, sentida y nunca olvidada.
    Enhorabuena por ser, estar y tener.
    Besitos


  10. aapayés Says:

    Sabes que tus escritos tienen esa frescura necesaria por quedarse en tu espacio.. Es muy bien que te acompañen esos recuerdos..

    Un abrazo con mucho cariño, querida amiga...

    Un abrazo
    Con mis
    Saludos fraternos de siempre..

    Deseo que tengas una semana maravillosa...


  11. Isabel Says:

    Alejandra, qué bueno llegar y encontrarte. Gracias por tus palabras y tu presencia.

    Marta, cuánto tiempo!! Sí que me va a acompañar siempre, este bienestar es de los de bien adentro.

    Pluvisca, no me los quito más que en ocasiones en que temo perderlos... eso no me ha pasado nunca con los de oro...

    Ybris, a medida que maduramos, entendemos. Y a medida que vivimos, más aún.

    Ligia, encantada de tu visita allí y de que te haya gustado.

    Neli, cuando se hacen cosas que te ayudan a crecer, la vida cambia, sobre todo por dentro... mejora.

    Verborhea, imposible olvidarlas... a ellas y a otros muchos que allí quedaron y también en mi corazón.

    Pili, me he visto reflejada en muchos de ellos, aunque no tan limpia por dentro. Me siento feliz.

    Gracias, Luna, por todo. Con anillo o sin anillo, nunca se separan de mí.

    Gracias por tus palabras y tus buenos deseos, Adolfo. Que la vida también te siga sonriendo.
    Besos a todos.


  12. Ana Says:

    Me contagias tu sosiego y me devuelves esa fe en el prójimo.

    Cuídate mi querida Isabel, eres más grande que tus letras.

    Besos miles.


  13. Se nota que te ha marcado mucho tu voluntariado. Y no me extraña pues lo vivido así nunca se olvida. Besos.


  14. Tawaki Says:

    El cariño, como los anillos, engorda cuando cambia de manos.

    Besos.
    PD Se te echaba de menos.