Isabel
Qué bien me ha ido hoy, para empezar el post, haber leído una frase de Quevedo que dice:

"Todos deseamos llegar a viejos; y todos negamos que hemos llegado."

Algo así quería yo escribir hoy, una vez pasadas las ansiadas vacaciones de Semana Santa que tanto bien nos hacen a más de uno.

No he querido moverme de casa. Necesitaba el hogar, mis cuatro paredes, mis hijos cuando los he tenido y mi soledad cuando no ha sido posible que ellos estuviesen. Necesitaba enfrentarme a fantasmas, ver la televisión, retomar el libro que llevo leyendo desde el verano y nunca se acaba, terminar proyectos, mirar a mi vida a los ojos otra vez.

He envejecido.
Y no lo digo por mis aspecto o por mi edad; ambos se conservan como si hubiese pagado precio al diablo. Ha envejecido mi manera de mirar alrededor, mi modo de enfrentarme al presente, mis sentimientos, mi corazón. No es una vejez senil, aunque la siento prematura. Es una sensación como de haber vivido mucho en poco tiempo.

Desde que cumplí los 40, mi vida ha girado y girado en un torbellino de vivencias imposibles de describir. Mi salud ha sido buena, tengo trabajo estable, mis hijos crecen con normalidad... sin embargo he tenido que adaptarme en poco tiempo a cambios muy bruscos.

Y no significa que no sea lo normal en todo el mundo... por eso pasa el ser humano en un momento dilatado de su vida, en el que deja sueños infantiles, ideas sublimes, proyectos imposibles atrás y se dedica, poco a poco, a vivir lentamente la vida que queda. Yo lo he hecho en pocos años, bruscamente.

Demasiada sensibilidad, poca madurez llevada a lo largo de los años, mucha confianza en personas y destinos elevados, demasiados apegos, exceso de ideales. Al final, sigues siendo una humana mortal que tiene hambre y sueño, y ganas de afecto y de abrazos y besos, que se enfada y que tropieza... y quiere y a veces, no llega.

Nada más que eso, pero concluyendo tan de repente, que el alma envejeció sin darme apenas cuenta. Así que no, no voy a negar que estoy llegando a vieja... quizá porque me gusta demasiado haber aprendido tanto y que, mientras, las experiencias no hayan dejado huellas en mi rostro.
¿O sí lo hicieron en mis ojos?
23 Responses
  1. los cambios bruscos, la perentoria adaptabilidad, son de esas cosas que provocan canas, de un día para otro. nada que no pueda arreglar una buena sesión de peluquería, no? los pasos firmes desgastan menos. AVANTI!


  2. Deseo Says:

    ¿que nos pasa que de pronto empezamos amirar hacia atras?

    ¿sera eso, entonces?


  3. fernando Says:

    yo siempre digo que no me importa cumplir años pues cuando más cumpla, significa que más he vivido. Lo malo es no cumplirlos. un beso.


  4. Desde que nacemos, ya empezamos a envejecer; y las ivencias son las que nos hacen ricos y jóvenes a la vez, porque podemos disfrutar de ese libro interminable, disfrutar el ahora, y tener proyectos como nunca antes. No?
    Avanti! que lo mejor está por venir...eso seguro!
    Un beso, Isabel. Siempre es un placer leerte.


  5. Anabel Says:

    Es una gran reflexión, llena de realidad y de verdad. Parece que la vida se empeña en girar como una noria una vez cumplidos los cuarenta.

    ¿Sólo nos pasa a nosotras?

    Y no es que no hallamos tenido otras experiencias iguales o mayores, pero las que nos suceden después del 4 parecen más bruscas. Yo creo que es porque hemos aprendido y es entonces cuando nuestras decisiones son realmente nuestras. Es difícil de explicar.

    Pero te entiendo perfectamente.

    Un beso,

    Anabel, la Cuentista


  6. Por nada del mundo volvería a mis veinte años si no es sabiendo lo que sé ahora.

    Muchos besos, Isabel.


  7. MARU Says:

    Querida Isabel, cada persona vive la vida a distintas velocidades.
    Yo llevo en 38 años de casada, 19 traslados...
    Además, desde los 2, hasta los 16 años, me crié en Brasil.
    Mi hijo mayor, mi nuera y dos nietas, viven en EEUU, el otro hijo, mi nuera y otras dos nietas, en Valencia y yo hace 6 meses en Madrid...
    como verás, mi vida es de todo menos aburrida...
    Bueno, para otros eso sería una locura de vida, inestable, siempre provisional, etc.
    Bueno en los momentos bajos, que los tengo, asi lo pienso, pero son los menos...
    La mayor parte del tiempo pienso que he tenidoo una vida rica, llena de experiencias, de aprendizajes, de conocimientos que de otra forma me sería imposible haber atesorado.
    Todo depende del prisma que elijas para mirar....
    Un besito


  8. Ligia Says:

    Lo que interesa es "llegar". Pero ya veo que nos va pasando lo mismo a todos, miramos hacia atrás y vemos lo que no hemos podido hacer; miramos hacia adelante y nos parece que queda tan poco tiempo y tantas cosas que hacer...
    Abrazos


  9. Annick Says:

    He llegado a la tercera edad , como se dice ahora, y no me he dado ni cuenta .
    Mi vida ha sido un continuo torbellino , de grandes cambios , grandes acontecimientos que no han mermado mis ganas de luchar .
    No creo que sea cuestion de edad !

    Besos y animo , desde Málaga.


  10. Pluvisca Says:

    Cre que es un , como diria...entramos en contradicción...por un lado nos gusta ser jóvenes, por otra tener experiencia...

    Esta claro que cuando miramos mucho hacia atras, algo se está cociendo...

    Me encantaria estar bien a cualquier edad, y creo que hasta ahora lo he estado...pero a veces, estamos mal en nuestro interior...

    Un abrazo


  11. Anónimo Says:

    Isabel, lo que sientes es la serenidad de la madurez y el equilibrio de la experiencia.

    Seguro que tus ojos se rejuvenecen a diario con cada gesto nuevo, aunque guarde en el disco duro de su terina las imágenes con sabor añejo y color sepia.

    Precioso post, intimista y sincero, como nos tienes acostumbrados.

    Un abrazo bien grande.
    P.D: Avanti, como dice Raúl. Que te queda mucho y tanto por vivir.


  12. A.Tapadinhas Says:

    Temos de aceitar que todas as idades têm as suas vantagens...

    ...se quisermos ser felizes!

    Beijo,
    António


  13. VerboRhea Says:

    Uno es viejo cuando cree que ya ha vivido lo que tenía que vivir, cuando no tiene NINGUNA meta que alcanzar, y tú lo sabes.
    Sólo me transmites vejez en una cosa: en tu MADUREZ para afrontar y enfrentarte a la vida.

    Un abrazo y que tengas un feliz fin de semana.


  14. mera Says:

    Jodería, que envejeciese yo solo...


  15. Fabiana Says:

    Todos esos sentimientos yo comencé a vivirlos a partir de los 35 más o menos.
    Pero siempre digo que el verdadero "click" fue a los 40.

    No es raro lo que te pasa, creo que es parte del camino recorrido. De la madurez y de aprender a elegir mejor qué es lo que queremos. Pero sobre todo, reconocer qué es lo que ya no queremos.
    Parece una diferencia sutil, pero es vital.

    Un abrazo.


  16. La vida es un torbellino de acontecimientos y un buen día una se desayuna con esos pensamientos.

    No creo que sea bueno o malo, simplemente sucede, es una etapa de la vida.

    Si a mayores tienes buena salud y buen aspecto, a disfrutar.

    un beso, guapa


  17. Ojo de fuego Says:

    Hola guapísima. Creo que más que envejecer se podría llamar, no esperar, perder ciertas esperanzas, ciertos anhelos, entender lo que nos engañamos durante el camino, aunque es cierto que si no nos engañásemos no avanzaríamos en muchas cosas. Creo que la naturaleza es muy inteligente porque luchamos en exceso cuando nuestro cuerpo está agil, peleamos por lo que sentimos el derecho de disfrutar. Con el tiempo, descubres donde tienes que volcar esa sensibilidad y ese apego y aprender a disfrutar de ello.

    Y es cuando vuelves a sentir esa niñez dentro tan limpia como el agua pura que te envuelve... No esperar de los demás, no significa envejecer sino aceptar que las cosas son como son y eso es un gran signo de madurez y entonces puedes dedicarte a encontrar a ISABEL.

    Espero encontrarte en el messenger y contarte...
    Muchos besos


  18. Tawaki Says:

    Creo que lo tuyo se resume en una palabra: experiencia. Es un juguete nuevo, con el que te lo vas a pasar muy bien cuanto sepas cómo usarlo. Ya me contarás...

    Besos.


  19. toñi Says:

    Ni te imaginas cuantas veces he tenido las mismas sensaciones que hoy relatas en tu blog. No me siento vieja pero mis pensamientos están cambiando a pasos agigantados y veo las cosas tan diferentes que a veces me asusto.

    Hay otra cosa que ansío con el paso del tiempo y es viajar, salir,ver y hacer tantas cosas que se que nunca las voy a hacer y eso me pone de malas malisimas.
    Me ha encantado la entrada de hoy

    Un beso


  20. Inma Says:

    Pues espera a cumplir los 50 y veras que el cambio es ¡Plof! Manera de pensar y perdida de cierto romanticismo al mirar a los demás y a ti misma.
    Besos


  21. Inma Says:

    pérdida) quise escribir, tenia habre y me merendé el acento


  22. Isabel Says:

    Raúl, tienes razón. La peluquería hace milagros, tanto en el exterior como en el interior ;)

    Tony, a vida va pasando y cada vez somos más conscientes hasta de nosotros mismos. Eso pasa.

    Claro, Fer, da gusto vivir mucho, aunque sabemos que es limitado.

    Marcela, cómo me gusta tu sabiduría!!

    Anabel, nos pasa porque somos seres sensibles que vivimos la vida con intensidad.

    Irene, suscribo totalmente lo que dices.

    Luna, tú eres un ejemplo para muchos de nosotros. Eso es madurez de la buena!

    Eso es, Ligia, mucho por hacer y el tiempo sigue corriendo...

    No, Annik, no es edad... mi sentimiento de envejecimiento no es por la edad, sino por lo mucho llevado a las espaldas en estos años. Bueno la mayoría, desde luego.

    Pluvisca, cuanto más sabemos, más queremos. Al final yo creo que nos conformamos.
    Besos a todos.


  23. Isabel Says:

    Neli, qué precioso es eso que dices!! Y sé que tienes razón.

    Eso es, Antonio, la felicidad se presenta en cualquier momento, a cualquier edad, por cualquier cosita.

    Verborhea, tengo muchas metas todavía. Ahí estamos.

    Mera, qué va!!! Estamos todos en el mismo barco ;))))

    Sí, Fabiana, tenemos las cosas mucho más claras ahora.

    Mi querida Isa y su eterno y fabuloso optimismo!!

    Pili, me tienes que contar tantas cosas... si no coincidimos, nos llamamos!!

    Tawaki, aprendiendo estamos, siempre!!

    Toñi, no pierdas la esperanza de hacer realidad los sueños. Cuando menos lo esperes....

    Inma, eso ya me pasa en cierto modo... veo que merendaste bien;)))
    Besos a todos.